Comienzo a escribir hoy cruzando los dedos ante todo por estar equivocado totalmente, y sintiendo el gran temor de sonar repetitivo y de hasta aburrir a aquellos que se toman unos minutos para pasar por Universo Béisbol y leer qué he puesto en estos días (últimamente me ha sido difícil mantener el flujo de hace unos meses). Pero me siento obligado a hacerlo, sobre todo porque me gusta la sinceridad, y no me parece que sea esta una virtud que poseen aquellos que deciden la programación deportiva de la Televisión Cubana. Puedo hasta sonar resentido, pero justo en la semana que se dará el play ball! de una Serie Mundial en la que saldrá coronado un pelotero cubano, de aquellos que jugaron Series Nacionales y equipos Cuba, no se haya hecho un anuncio de la transmisión en vivo del evento, aunque sí se habla de fútbol rugby.
Sí, han entendido bien: desgraciadamente la existencia de un solo canal de deportes en Cuba, subordinado a los intereses de unos pocos (sí, porque son los intereses de unos pocos) hace que en ocasiones se transmitan eventos que podrían resultar interesantes, pero que a la larga nada tendrían que ver con la identidad del cubano y sus verdaderas pasiones. El hecho de que justo en la semana en que se jugará el Fall Classic, un acontecimiento deportivo que sin dudas pondría a una gran parte de la fanaticada del deporte cubano frente a los televisores y dispararía los índices de audiencia del canal, se anuncie con vehemencia que se transmitirá un encuentro de rugby, como para propinar una bofetada o asestar un golpe de chantaje a la población cubana.
¿Tiene esto algo que ver con el hecho de que los cubanos Kendrys Morales y Yoenis Céspedes se disputarán el ansiado Trofeo del Comisionado? Puede que sí, y puede que no, pero desde que iniciaron las transmisiones de juegos de Grandes Ligas, después de (por supuesto) habernos torturado con la excesiva proyección de partidos de la Liga Mexicana, han sido muy cuidadosos a la hora de dejar ver en pantalla a los peloteros cubanos.
El primero que apareció, por accidente, fue José Iglesias, alias “Candelita”, y luego de él comenzaron a emerger algunos, pero otros sí han sido cuidadosamente vetados, de manera desfachatada: Yoenis Céspedes, José Dariel Abreu, Yasiel Puig y Aroldis Chapman. No podemos asegurar que haya otros, pero estos cuatro son los “más odiados”, y es indudablemente debido al éxito que han tenido en la Gran Carpa. Incluso, la aparición de Kendrys fue también un accidente, pues tal vez al ver sus números del pasado año (.218, 8 HR, 42 CI) y sin analizar que más que nada éstos estaban motivados por una mala decisión de negocios y no porque el otrora prometedor bateador de lo Industriales estuviese acabado (la actuación de este año: .290, 22 HR, 106 CI, demuestran que le queda gas en la máquina).
Todo pareciera indicar que el Torneo de Dominó Acuático de Brutalinsburgo es un evento de mucho más interés que la cúspide del béisbol en cualquier liga del mundo, y lo peor es que la razón por la que no se transmitiría sería precisamente aquella que debería ser la razón para hacerlo: la presencia de estrellas de factura nacional en el programa. Por desgracia, nos falta aprender del difunto presidente venezolano Hugo Chávez, quien fue el primero en felicitar al increíble Miguel Cabrera cuando ganó la Triple Corona de bateo de la Liga Americana, sin importarle si Miggy era chavista o no, su único pensamiento es que era venezolano, y eso era motivo suficiente para que toda su nación se sintiera orgullosa de él.
Repito que cruzo los dedos sin ser supersticioso esperando estar equivocado, y que en ninguna ocasión más que en esta me gustaría que me callaran la boca con acciones concretas. Pero la total omisión de la Serie Divisional de la Liga Nacional (NLDS) y la Serie por el Campeonato de la Liga Nacional (NLCS) por la presencia en ellas de Puig y Céspedes (Soler no les duele tal vez porque nunca jugó en Series Nacionales y porque aún no ha logrado status de súper estrella) habla por sí sola de las claras intenciones que tiene la dirección de programación de Tele Rebelde.
Incluso, el escenario no podría ser más propicio, pues la etapa clasificatoria de la Serie Nacional de Béisbol termina hoy mismo, y pasar en vivo los juegos de la Serie Mundial sería una opción, más que nada, inteligente y de sentido común. Pero el sentido común es de lo que menos han gozado estos personajes, quienes pretenden no solo imponer su gusto en cuanto a deportes, sino que con el flujo de información y su narración buscan además condicionar a las personas a preferir a un equipo por encima de otro. Un amigo me dijo hace poco que yo la tenía cogida con el fútbol, y no creo que haya algo más incierto que eso; es la dirección de la Televisión Cubana la que le ha hecho la guerra al béisbol: es tal vez esa la razón por la que disfruto, y que me perdonen todos mis amigos, cuando pierden Argentina, Brasil, el Real Madrid o el Barcelona (y nada tiene esto que ver con mi problema con la autoridad).
Lo más increíble de todo esto, es que si comencé hoy a escribir estas líneas, fue alentado por amigos que tengo que son FANÁTICOS AL FÚTBOL, y que prefieren al deporte de las multitudes, pero que no pudieron evitar sentir frustración al saber que hay dos cubanos en la Serie Mundial y que el riesgo de no poder verla es latente. La World Series no esperará por nosotros, pero sí estamos seguros de que no hay un solo pelotero de la MLB que no disfrute la idea de poder ser visto en vivo en Cuba, y los que nacieron acá no son la excepción.
No sabemos qué va a suceder, pero sí está claro que la intención oscura es la de no hacer lo justo y lógico. Vuelvo a decir que me encantaría estar totalmente en un error… sería el error que más disfrutaría en mi vida.
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