Si el patrón de un triunfo, una derrota, otro triunfo y otra derrota se mantiene, entonces los Mets ganarán en el 2015 la Serie Mundial por tercera vez en su existencia.
Si el béisbol fuera una ciencia exacta, los Mets d
e Nueva deberían ganar la Serie Mundial.
Los Metropolitanos avanzaron por quinta vez en su historia al clásico de octubre, con dos coronas a su haber.
Nacidos en 1962, llegaron a su primera serie en 1969, de la mano del manager Gil Hodges, cuando se ganaron merecidamente el apelativo de "increíbles".
Allí vencieron a los Orioles de Baltimore , que contaban con astros del montículo como Jim Palmer, el cubano Mike Cuéllar y Dave McNally, junto a una toletería con Frank y Brooks Robinson, Boog Powell y Paul Blair, que los hacían amplios favoritos para coronarse.
Pero los increíbles Mets, luego de perder el primer juego, derrotaron cuatro veces seguidas a los Orioles para convertir el Shea Stadium en un verdadero manicomio, con los fanáticos arrancando trozos de hierba del terreno para llevarse un souvenir histórico.
Cuatro años después, en 1973, regresaron al clásico, a pesar de haber terminado la campaña regular con un promedio de .509 (82-79).
Dirigidos por Yogi Berra, los Mets dieron dura batalla a los Oakland Athletics de Reggie Jackson, Bert Campaneris, Catfish Hunter Vida Blue y Rollie Fingers, comandados por Dick Williams.
La serie llegó al tope de siete juegos, con el cubano Campaneris y Jackson jonroneando por los Atléticos en el choque decisivo.
Pasaron entonces 13 temporadas para que "el otro equipo de Nueva York" disputara una Serie Mundial.
En 1986, los Mets y los Medias Rojas de Boston protagonizaron uno de los enfrentamientos más emotivos y recordados de la historia, marcado por aquella pelota bateada con poca fuerza por Mookie Wilson que Bill Buckner dejó escapar entre las piernas.
Eran los tiempos de Dwight Gooden y Darryl Strawberry, de Gary Carter y Keith Hernández contra los Medias Rojas de Buckner y Roger Clemens, de Wade Boggs y del venezolano Tony Armas.
Los Mets perdieron los dos primeros juegos en su propia casa y cuando parecía que es venía la noche encima, empataron la serie a dos triunfos por bando como visitantes en Fenway Park.
Boston ganó el importante quinto partido y regresó para tratar de rematar en Shea Stadium, pero en el sexto juego, la fatídica pifia del primera base Buckner le abrió las puertas a los fantasmas de la maldición del Bambino que entonces dictaba el destino de los Medias Rojas.
Pasarían 14 años más para ver a los Mets disputando la máxima corona del béisbol y en el año 2000 les tocó enfrentar a sus vecinos Yankees en la Serie del Subway.
Dirigidos por Bobby Valentine, muy poco pudieron hacer aquellos Mets de Mike Piazza y Al Leiter contra los Yankees que bajo la égida de Joe Torre estableció una dinastía de la mano de Derek Jeter, Paul O´Neil, Tino Martínez, Bernie Williams, Mariano Rivera, Jorge Posada, Orlando "El Duque" Hernández y Andy Pettitte.
Los Yankees pasaron por encima de sus vecinos cuatro triunfos por uno, con héroes inesperados como el dominicano José Vizcaíno y Luis Sojo.
Si el patrón de un triunfo, una derrota, otro triunfo y otra derrota se mantiene, entonces los Mets ganarán en el 2015 la Serie Mundial por tercera vez en su existencia.
Y aunque cuentan con un staff de pitchers superiores a los que puedan tener sus potenciales rivales, ya sean los Reales de Kansas City o los Toronto Blue Jays, el béisbol NO es una ciencia exacta.
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