Después de la sobrecogedora barrida que recibió el año pasado, la selección cubana de béisbol se alista para volver a topa
r con los universitarios norteamericanos, esta vez en estadios de Matanzas y Pinar del Río.
La nómina insular se hizo pública el martes, y su gran novedad no reside en la designación de Alfonso Urquiola al frente de la cueva nacional, sino en la convocatoria de una camada de peloteros jóvenes, la mayoría en el entorno de los 23 años de edad.
Personalmente, me parece una medida saludable. Siempre pensé que armar equipos con la crème de la crème para enfrentar a colegiales, implicaba el tremendísimo riesgo de correr nuestro caballo contra la yegua del contrario. Esto es, si ganas será porque ibas en ventaja, y si pierdes pasarás una vergüenza.
Mejor así, lo creo. Con peloteros poco experimentados, que necesitan esta clase de fogueo para crecer como internacionales de cara al Clásico Mundial. En ese grupo, poco más, poco menos, está el núcleo que deberá vestir la franela del team Cuba en los próximos eventos.
La relación anunciada incluye a 43 peloteros, repartidos en cuatro receptores, 16 jugadores de cuadro, ocho jardineros y 15 lanzadores. Y tal es la renovación de las filas nacionales, que solamente cinco atletas repiten con respecto al desafortunado tope dirimido en 2013: Lorenzo Quintana, José Miguel Fernández, Andy Sarduy, Yordan Manduley y Norge Luis Ruiz.
Entre los que ahora se ausentan, algunos abandonaron el país (Arruebarrena, Tomás, Varona, Siverio, Iglesias), otros juegan con permiso estatal en ligas extranjeras (Yulieski, Chirino), y hay quienes atraviesan circunstancias relativas a lesiones o sanciones disciplinarias (Vladimir, Paumier, Freddy Asiel), o estuvieron involucrados en intentos de salida ilegal (Diosdani Castillo).
A este comentarista, eso sí, le llama la atención la no convocatoria de Ariel Sánchez.
Conviene informar que la escuadra estadounidense que nos pasó la escoba hace doce meses tenía en sus filas a cuatro de las primeras 13 selecciones en el draft 2014 de las Grandes Ligas. Ellos son el pitcher zurdo Carlos Rodon (número 3, solicitado por los Medias Blancas de Chicago), el receptor Kyle Schwarber (4, Cachorros de Chicago), el outfielder Michael Conforto (10, Mets de Nueva York) y el jugador de cuadro Trea Turner (13, Padres de San Diego).
El conjunto que enfrentaremos ahora realiza su preparación en terrenos norteños contra escuadras de diferentes universidades. A comienzos de julio chocará en sus predios cinco veces contra China Taipei y tres versus Japón, para entonces intervenir del 11 al 20 de ese mes en el Torneo de Haarlem, Holanda. Finalmente, del 23 al 27, lidiará contra Cuba.
Esta vez, el roster que aparece en su sitio oficial comprende a 34 figuras, nueve de ellos estudiantes de primer año (Freshman) y el resto de segundo (Sophomore). Por posiciones, se dividen en tres enmascarados, seis infielders, siete jardineros y 18 lanzadores, incluidos apenas tres zurdos.
En toda la nómina, solo cuatro hombres no alcanzan los seis pies de estatura, 23 pesan 190 libras o más, el mayor de edad es Kevin Newman (nació el cuatro de agosto de 1993), y el más joven, Bailey Ober (12 de julio de 1995).
Dirigida por Dave Van Horn, los pilares ofensivos en la naciente etapa de entrenamientos han sido Christin Stewart (de 17-8, average de .471, 5 dobles, un jonrón, seis empujadas, .971 de slugging), Mark Mathias (13-6, .462, tres dobles, una impulsada, .692 de slugging), y Zack Collins (12-5, .417, un tubey, dos cuadrangulares, cuatro propulsadas, .1000 de slugging).
Mientras, desde el box han descollado varios con tres entradas de actuación sin libertades, aunque brilla con luz propia el caso de Justin Garza, autor de siete ponches sin hit en la referida cantidad de episodios.
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