miércoles, 10 de abril de 2013

No comprometerá la Paz; será un gesto de Paz en sí mismo

No pienso que el éxito de una persona o una nación deban depender de la desgracia de otros. Critico profundamente a los que tratan de sobresalir levantándose sobre los hombros del prójimo. No merecen respeto los que no han sido capaces de construir su propia escalera para subir en la vida, aunque tan solo sea de un par de peldaños, pero propios y honestos. Por eso, cuando pienso que ya es hora de que Cuba salga de la llamada “Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo”, lista que, de hecho, se redacta en el Departamento de Estado norteamericano, prefiero hacerlo desde la óptica de que, si nunca fue justificada la inclusión de la Isla en la mencionada nómina, hoy se justifica menos.
La permanencia en ese tipo de registro de un país cuya única batalla es la renovación y modernización de su estado; un país pacífico que tan sólo se empeña en mejorar su economía y en aplicar profundas reformas sociales que han devenido en el reconocimiento de nuevos derechos ciudadanos, no tiene por qué estar en esa, ni en ninguna otra lista. Me enorgullece ver a Cuba subiendo con dignidad la escalera que hemos sido capaces de construir, alzándonos sobre esos peldaños conquistados y divisar el horizonte sin lastimar a nadie con nuestras botas. Por estos conceptos y lo absurdo de la inclusión, es que defiendo la remoción de Cuba del mañoso listado.
Es curioso ver como, por estos días, un país que hace cinco años fue retirado de esa lista, Corea del Norte, quizás dadivosamente por tratarse de un juego político-táctico que buscaba comprometerlos con la paz y la tranquilidad del área, nos trae en el desvelo y amenaza con utilizar (con razón o no) sus armas nucleares como si hablara de escopetas de madera; sin embargo, irónicamente Cuba, que no tiene artefactos atómicos, que no es una amenaza para nadie y que su peligroso y terrorista ejército, armado de batas blancas, va salvando en lugar de quitando vidas, se mantiene, sin sentido alguno, en dicho listado.    
Sin dudas, estas cuestiones me dejan el mismo sabor de boca que el Novel de la Paz otorgado al recién estrenado en sus funciones por aquel entonces presidente Obama, y que para muchos fue una recompensa “in advance”, cual funcionaría como la mano en el hombro que te golpea amistosamente y te dice “Hazlo bien, mira que eres un Premio Novel y de la Paz”...
Hazlo bien señor presidente, hágase por fin la paz con el vecino cubano que ningún peligro representa para la nación norteamericana, ni para ninguna otra; borra a Cuba de la lista que con ello, no se comprometerá la paz, sino que será un gesto de paz en sí mismo.
Presidente, escucha esos legisladores de tu país que hablan sin oscuras intenciones, sin odios, ni rencores, no dejes que dos o tres envenenados, se dediquen a emponzoñar ese premio que ostentas y representa la Paz.
De cuál terrorismo hablan los envenenados? De qué derechos, de cuáles libertades? Ahí están y veo a los disidentes cubanos de gira por todo el mundo, con más libertad que la mismísima estrella norteamericana Beyonce y familia, quienes tan sólo por pasar tres días en la Isla, fueron investigados por las Agencias de Seguridad Nacional norteamericanas…
Retire a Cuba de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, es injustificado mantenerla, en las actuales circunstancias la Isla no llena ninguna de las casillas que la haría acreedora de tal calificativo; le resta credibilidad a los que estudian y analizan las naciones para concluir su estatus de patrocinador o no. Cuba ha sufrido mucho a causa del terrorismo, para permitirse patrocinarlo. Bórrele! le reitero, no se comprometerá la paz, sino que será un gesto de paz en sí mismo.

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