Desde mediados de 2014, Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto varios paquetes de medidas contra Moscú debido a que ese país no dejó arrebatarse la estratégica península de Crimea después de que Washington diseñó y ayudó a derrocar al gobierno ucraniano de Víctor Yanukovich y en su lugar instaló un régimen ultraderechista con el objetivo de cerrar el cerco fronterizo al gigante euroasiático, al que observa como un fuerte obstáculo, junto a China, para preservar un mundo unipolar.
¿Estados Unidos y la Unión Europea han adoptado una serie de sanciones contra Rusia debido a la decisión de su país de defender su integridad y soberanía territorial. ¿Cómo influyen estas medidas en la economía del país?
Mikhail Kamynin.- Ante todo, lejos de ser pesimista, expresaría lo evidente: las sanciones que usted acaba de mencionar y por las que optaron algunos (no todos) países occidentales nunca serán eficaces contra Rusia. A propósito, desde la misma Unión Europea se oyen cada vez más voces sensatas y realistas que exhortan a renunciar a los intentos absurdos de aislarnos y que ahora golpean, como bumerán, a sus autores.
Pero no podemos negar que las sanciones, por más ilegales y contraproducentes que sean, nos están dañando de cierta manera. En el mundo interdependiente que nos rodea es natural. Lo esencial es que nuestro Estado dispone de suficientes recursos para contrarrestar el afán de contener el desarrollo de Rusia desde el exterior, cuyos gestores tratan de preservar el orden mundial unipolar, completamente fallido. Actualmente, el Gobierno ruso está realizando un Plan anticrisis, destinado a reforzar la soberanía económica de nuestro país, impulsar el crecimiento con el riquísimo potencial interno, reducir el nivel de importaciones en los sectores más importantes. Sin embargo, con todo ello dejemos claro que Rusia no busca aislarse de ningún modo. Por el contrario, nuestra intención es colaborar con todos, y así será siempre.
Hay cosas que tardan su tiempo. Y no me cabe la menor duda que finalmente el sentido común predominará sobre los fantasmas del siglo pasado.
¿Agencias de prensa y naciones occidentales afirman que, producto de las sanciones y la baja del precio del petróleo, la economía rusa colapsará. ¿Cuál es su criterio?
Mikhail Kamynin.- Me permito anotar que los expertos y analistas serios, incluso los que no están de acuerdo con Rusia en muchos aspectos, prefieren distanciarse de ese alarmismo y augurios apocalípticos, pues la economía rusa no colapsará. Es verdad que los vaivenes del mercado petrolero de los últimos meses se presentan por algunos comentaristas como fruto de las medidas antirrusas coordinadas por Occidente. En mi opinión, la realidad es bastante más compleja. Las inestables cotizaciones de hidrocarburos reflejan un proceso dilatado y multifacético. En todo caso, Rusia está preparada para todo tipo de sorpresas en este terreno. El fundamento de nuestra economía es sólido y no se tambalea. Las medidas macroeconómicas que se están tomando por las autoridades federales demuestran que las dificultades que sentimos son pasajeras y todo volverá a la normalidad. Nuestro Estado sigue cumpliendo estrictamente sus obligaciones ante los ciudadanos sin olvidar de apoyar a los bancos y productores nacionales, las empresas pequeñas y medianas y ampliar la cooperación con los socios más importantes en el exterior, entre ellos la hermana Cuba. Los últimos 15 años han probado la eficiencia estratégica de este enfoque integral que aplicamos para mantener nuestra competitividad y seguir adelante. Cuando uno está seguro de lo que hace y no le falta la voluntad, toda conspiración en su contra está condenada al fracaso.
¿Cuál es en realidad la situación actual y las proyecciones futuras de la economía rusa?
Mikhail Kamynin.- Los datos más importantes que caracterizan el estado de salud de nuestra economía los citó explícitamente el presidente de Rusia Vladímir Putin en la Conferencia de prensa anual del pasado 18 de diciembre. Me permito recordar algunos de ellos.
A pesar de las turbulencias que vivimos últimamente, conservamos el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que en 2014 alcanzó un modesto 0,6 %. Sin embargo, dada la situación en la economía global, algo es algo. El saldo del comercio exterior subió en 13,300 millones de dólares y sumó 148,400 millones. El índice de la producción industrial ascendió en un 1,7 %. Al mismo tiempo, el complejo agropecuario creció en 3,3 % con una cosecha récord de trigo – 104 millones de toneladas.
Por más volátil que fuera el mercado financiero, el Presupuesto Federal para 2015 está confeccionado con superávit. Las reservas de oro y divisas del Banco Central exceden los 410 000 millones de dólares. Y ahora la tendencia que más nos anima, - el favorable sector demográfico. Va creciendo la natalidad y descendiendo la mortalidad, así que somos cada vez más numerosos. Esto sí infunda esperanza y optimismo.
Teniendo en cuenta que las dificultades económicas son provocadas en una gran parte por los factores externos, seguiremos diversificando nuestra economía, cumpliendo las obligaciones sociales, corrigiendo algunos momentos en dependencia de la situación. Nada se consigue de la noche a la mañana. Sin embargo, estamos seguros que con el grado de apoyo popular al Presidente Putin, las reservas y la previsión estratégica que tenemos, revertiremos las turbulencias en una perspectiva favorable no tan lejana.
¿Cómo evalúa las relaciones comerciales entre Cuba y Rusia y cuáles son las perspectivas de su incremento después de la actualización del sistema económico cubano y la entrada en funcionamiento de la Zona Especial de Desarrollo Mariel?
Mikhail Kamynin.- Nuestras relaciones económico-comerciales se encuadran orgánicamente a la asociación estratégica entre la Moscú y La Habana. La reciente visita oficial del Presidente de Rusia, Vladímir Putin a Cuba impulsó nuevamente el proceso de la estrecha colaboración sobre la base de la Agenda Intergubernamental para la Colaboración Económico-Comercial y Científico-Técnica 2012-2020. Como saben, aquel 11 de julio se firmaron diez acuerdos concretos que estimulan varios proyectos en el ámbito energético, industrial, así como médico-farmacéutico. Paso seguido, entre el 18 y 20 de diciembre pasados celebramos en La Habana la XII sesión de la Comisión Mixta Intergubernamental. Se decidió seguir potenciando la integral labor en el campo energético que llevan a cabo las petroleras rusas “Rosneft” y “Zarubezhneft” junto con la empresa CUPET en la Isla. La primera, por cierto, tiene previsto crear en la Zona Mariel un centro logístico. La segunda desarrolla los métodos del incremento de rendimiento de los yacimientos petroleros cubanos, sobre todo en Boca de Jaruco. La próxima, XIII Sesión de la Comisión Mixta ya esta programada para los finales de abril próximo en Kazán, una de las ciudades mas bellas y económicamente potentes de Rusia, capital de la República de Tatarstán.
Entre otros proyectos en los que centramos nuestros esfuerzos mencionaría la construcción de cuatro bloques energéticos con capacidad general de 800 MW en las centrales “Máximo Gómez” y “La Habana Oriental”. Además, trabajamos juntos sobre el proyecto de la modernización de la planta metalúrgica habanera “José Martí”. Seguimos desarrollando con la Isla una cooperación fructífera y de largo plazo en el ámbito de la aviación civil; nuestras aeronaves IL-96, TU-204 y AN-158 constituyen el grueso de la flota de Cubana de Aviación. A la par ensanchamos el campo de colaboración bilateral en la esfera del transporte ferroviario. Una de las empresas más importantes de este perfil en Rusia – “Uralvagonzavod” – participa en la creación en Cuba de una empresa mixta para la construcción y reparación de los vagones de carga. Asimismo, lanzamos el año pasado un mecanismo detallado y eficiente de aseguramiento de créditos para la exportación, propuesto por la agencia rusa EXIAR.
Un escenario imprescindible para el impulso de nuestra cooperación económica es la Feria de La Habana (FIHAV). En su última edición Rusia y sus regiones han traído muchos productos, ideas y conceptos interesantes. Algunos ya están en la etapa de materialización.
Resumiendo, haremos lo máximo para aprovechar plenamente las posibilidades que nos abre la actualización del modelo económico cubano, teniendo en cuenta que este año es muy especial para nosotros. El próximo 8 de mayo celebraremos el 55 aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales. Creo que la mejor manera de homenajear tan importante fecha, es laborar conjuntamente en pos del futuro de ambos pueblos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario