martes, 3 de noviembre de 2015

Reales tienen para establecer dinastía

Por Jorge Morejón. Tomado de ESPN Deportes
Los Reales de Kansas City son hoy los flamantes campeones de la Serie Mundial de las Grandes
Ligas, más que nada, por ese espíritu de no rendirse nunca y por la capacidad de reponerse cuando todo parecía perdido.
El puertorriqueño Christian Colón es una de las pruebas más fehacientes de los 'Resistentes de Kansas City'.
Aparentemente olvidado en la profundidad del banco, sin un solo turno en toda la postemporada, siempre estuvo dispuesto y paciente, esperando su oportunidad.
Y cuando llegó, no la dejó pasar: cañonazo de hit en el duodécimo inning para romper el empate a dos carreras y darle a los Reales ventaja que nunca más perderían.
El hit de Colón es el batazo más importante de un jugador que tuvo un solo turno en una Serie Mundial desde el histórico jonrón de Kirk Gibson en 1988.

Pero quizás el hombre que mejor encarnó ese espíritu de recuperación, de sobreponerse a los golpes para levantarse y salir victorioso, fue Eric Hosmer, el temperamental primera base y cuarto bate de los nuevos campeones.
A pesar de su excelencia defensiva, Hosmer cometió errores costosos que a muchos otros los hubieran desplomado psicológicamente.
Sin embargo, al cubanoamericano nacido en Miami las pifias daban la impresión de que le encendían un fuego interior que lo convertían en una suerte de Demonio de Tasmania, el dibujo animado que cuando se enfurece arrasa con todo a su paso. Con el liderazgo de Hosmer y la chispa del venezolano Alcides Escobar, la conducción de su compatriota Salvador Pérez, cuya figura se agiganta en y detrás del plato, los Reales tienen las condiciones para crear una dinastía, si es que de hecho no la han establecido ya.
Pérez, Hosmer, Lorenzo Cain y Mike Moustakas no serán elegibles para la agencia libre hasta después del 2017.
Escobar, Alex Gordon y el cerrador Wade Davis ya cumplieron sus contratos con el último out de la Serie Mundial, pero el equipo podría ejercer una opción sobre ambos jugadores para tratar de mantener junto el núcleo del equipo que defenderá en el 2016 su corona.
El cubano Kendrys Morales y el dominicano Edinson Vólquez están firmados hasta el 2016, mientras que los también quisqueyanos Kelvin Herrera y Yordano Ventura tienen contratos hasta el 2018 y 2019, respectivamente.
Con una nómina salarial de 113,618,650 dólares, decimosexta más alta en todo el béisbol, la gerencia podría hacer un esfuerzo por retener a Escobar, Wade y Gordon, tres de los héroes del triunfo, aunque ello podría dispararle la plantilla hasta los 140 o 150 millones aproximadamente.
Habría además que buscar cómo reforzar el pitcheo abridor y la segunda base, ya que difícilmente Ben Zobrist, llegado a préstamo a mitad de temporada, regrese con un pacto multianual.
Pero valdría la pena el esfuerzo por ver nuevamente a este grupo jugando béisbol total, de una manera diferente, que aprovecha cada error del contrario y le saca todos los dividendos posibles.
Los fieles fanáticos de Kansas City que esperaron 30 años por ver de nuevo a su equipo en la cima merecen ver esa excelencia de béisbol total, que supo venir de atrás para imponerse en siete de los 11 juegos que ganó en toda la postemporada, fiel a la máxima de Yogi Berra de que "el juego no se acaba hasta que se acaba".

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