Tomado de la Revista Moncada. Escrito por Esteban Morales
Como ha sido dicho, se trabaja en una fundamentación teórica del Modelo Económico. Pero mucho cuidado con olvidar, que aunque lo económico es lo fundamental, esto último no se sostiene sin un Modelo Político. Es más, dialécticamente hablando, la economía es lo fundamental, pero no siempre lo es en cada momento especifico de la dinámica social. No pocas veces, la política prima sobre lo economía.
También debiera llamarse a trabajar para una fundamentación teórica de nuestro modelo político; de ese, que querámoslo o no, saldrá del impacto de los cambios que se generen como resultado de la emergencia de un nuevo modelo económico.
En cierto modo, el reciente discurso del Vicepresidente Díaz Canel, traza esa orientación, cuando llama a las universidades, a los centros de investigación y a la intelectualidad toda, a conceptualizar los procesos que vive la nación , sobre la base del debate ideológico, la polémica y el análisis crítico comprometido y revolucionario .
Son varios los asuntos que abarcaría el debate para una fundamentación de nuestro modelo socioeconómico. Visto dentro de la dinámica de los cambios a los que nos lleva el proceso de precisión conceptual y practica del nuevo modelo económico.
A nuestro entender ese proceso abarcaría los aspectos fundamentales siguientes:
-En primer lugar, no es posible llevar adelante las tareas que tenemos planteadas en el ámbito económico, político y social, sino logramos la más completa y dinámica participación de los trabajadores y de los cubanos todos en ese proceso. Participación es la clave del éxito en todo lo que hagamos para hacer avanzar los cambios.
-Para ello es fundamental que todas las organizaciones, encabezadas por el partido, termine de romper con los esquemas que limitan la participación de cada ciudadano y en particular de cada militante en el debate de los problemas.
-Debe profundizarse en la estructuración de la sociedad civil cubana. La que debe representar los intereses que emergen más allá de aquellos representados por las organizaciones políticas y de masas, como poleas trasmisoras de la política del partido. Tomado en consideración que los ciudadanos tienen intereses privados que van más allá de los que ya están representados en esas organizaciones mencionadas.
-La prensa cubana, en todas sus esferas, debe terminar de abandonar, el secretismo, el esquematismo, el elitismo, el exclusivismo en el manejo de la información, dándole a la intelectualidad revolucionaria, la más amplia participación en el análisis crítico de los problemas, para lograr devenir en una verdadera plataforma de debate de los problemas que nos afectan.
- Las masas deben experimentar la sensación de que la crítica abierta, el cuestionamiento de las políticas, el señalamiento de los errores, el acoso critico a la burocracia que frena los procesos, este en el partido, el estado, el gobierno y a cualquier nivel de la estructura política, es una actuación que cuenta con respaldo y logra las respuestas adecuadas.
- En particular la militancia del partido, debe estar alerta porque hay “topos”, individuos que haciéndose pasar por revolucionarios, frenan los procesos, realizando un conjunto de actividades para introducir la desconfianza, el malestar, el desánimo y servir de quinta columna a la subversión.
Pienso que una tarea fundamental que tenemos, es detectar siempre a los que por ignorancia o intención, frenan el proceso que vive el país. Se trata de la nueva “contrarrevolución”, esa que como la corrupción, puede también estar en las altas esferas de la dirección del país. En las organizaciones políticas y de masas, en las instituciones sociales.
Sin dudas, se observa resistencia al cambio, por parte de ciertos factores de la sociedad. Particularmente la prensa, la que a pesar de las múltiples críticas recibidas, continúa sin hacer los aportes que se esperan de ella. Pero, ¿Se trata de algo de lo que los periodistas sean responsables? Creo que no, parece que la responsabilidad está al más alto nivel del partido, que se resiste a cambiar el modelo con que hasta ahora ha dirigido la prensa. Siendo ello para mí una expresión clara de que la resistencia al cambio puede provenir también de las mismas altas esferas de la dirección del país. Lo cual puede tener lugar con varios temas de nuestra realidad social.
Particularmente en el tema racial, de gran sensibilidad, estas incongruencias, más arriba mencionadas, se manifiestan con gran claridad. La escuela, la prensa, la ciencia, apenas han comenzado a avanzar para acometer la solución del tema. A pesar de que enfrentamos la realidad de que desde la subversión se trabaja para convertirlo en un arma contra la revolución y el país.
No se trata de que exista como tal un racismo institucional, pero las instituciones del estado encargadas de trabajar contra el problema y sus diferentes manifestaciones se encuentran muy atrasadas en las tareas a realizar. Se avanza ya en los campos de la educación y el trabajo científico, pero ni la prensa escrita ni la televisión han asumido su papel.
Fidel Castro y el Presidente Raúl Castro, se han referido en múltiples ocasiones al problema, como una lacra vergonzosa que la sociedad cubana arrastra, pero se ha avanzado poco aun por desterrar el problema de nuestras relaciones sociales.
Tanto el tema racial como el de la prensa son dos claros ejemplos de las resistencias que existen para hacer avanzar proyectos que tienen una relación directa con los cambios que el país está obligado a realizar ,temas que al mismo tiempo, son dos objetivos del trabajo de subversión contra Cuba.
No obstante, pienso que el fenómeno más complejo al que hoy nos enfrentamos , está en la combinación entre la resistencia que aún se observa a poner en práctica las críticas que la más alta dirección política hace, la magnitud de los problemas y el limite supervivencia de esa propia dirección política.
Cuba se encuentra hoy ante la encrucijada de un cambio sustancial, que no se sabe si podrá ser conducido hasta el final por la Dirección Histórica de la Revolución. La que si bien es cierto, es a su vez la responsable de los errores cometidos, es al mismo tiempo la que cuenta con liderazgo y la experiencia para llevar al país por los nuevos derroteros.
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