Fue Xavier Coyula Salsamendi, un magnífico pintor y amigo muerto muy joven en un accidente de tránsito en 1980, por quien conocí, por primera vez, los versos de Joaquín Ramón Martínez Sabina. Xavier tenía varias virtudes y una de ellas era disfrutar la poesía y encontrar cosas distintas, se apareció en la beca con un libro llamado “Memoria del exilio” (1976), de ese autor. No me quedé con el librito. Me acompañó a casa y hasta en las unidades militares por las que pasé, pero se lo devolví antes de irme a Angola, el mismo año de su muerte. Debí retenerlo, me pesa, como mismo me pesan otras cosas que debo decir o hacer, no lo hice.
Corrían los setenta, descubríamos que “la poesía es una arma cargada de futuro” al decir de Gabriel Celaya[i]: “…Maldigo la poesía concebida como un lujo/ cultural por los neutrales/ que, lavándose las manos, se desentienden y evaden./ Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse”. Continuaba unas estrofas más tarde: “Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan/ decir que somos quien somos,/ nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno./ Estamos tocando el fondo”. No fue solamente eso lo que nos conmovió, aparecieron otras cosas; “descubrimos” a Villena, Vallejo, la “Canción para la unidad latinoamericana” y “Pequeña serenata diurna”, entre otras.
“Ciento volando de catorce” de Sabina, al que todos conocemos como músico, lo publicó en Cuba la editorial Arte y Literatura en el año 2005 y el propio autor la presentó en La Habana en el 2006, en la Feria del Libro en una decente edición que muestra al “otro” Sabina que, sin dejar de ser el mismo mordaz y hozado rimador, nos descubre a un intimista, lúdico y retozón autor, que revela el poeta que nada esconde. En canciones está bien, y ya en sus temerarias rimas Lenin y a Zsa Zsa Gabor su habían casado en New York, pero esto no es igual en poesía. “Rompe la veda, ensánchate, respira,/ falsa moneda mancha a quien la acuña,/ las heces de un amor, que era mentira,/ no merecen el luto de una uña”[ii]. Esto es con violín.