lunes, 27 de enero de 2014

Abelardo Moreno: La CELAC tiene un futuro luminoso

Por Hedelberto López Blanch

Ante la cercanía de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que tendrá lugar en el Palacio de las Convenciones del 25 al 29 de febrero, Opciones entrevistó en exclusiva al viceministro Abelardo Moreno Fernández, para conocer el accionar del gobierno cubano durante el año que ha ejercido la presidencia de la organización y los desafíos y proyecciones futuras de esa flamante comunidad.
¿Cuáles son los motivos de la creación de la CELAC? 
Abelardo Moreno.- Los motivos para la creación de la CELAC vienen desde la época de la primera Independencia de América Latina, vienen de las ideas de Bolívar, de las ideas de los próceres de la independencia Latinoamericana en las luchas contra España que en todo momento pensaron en la necesidad de que hubiera una República latinoamericana que le diera a nuestra región el valor y la capacidad que realmente debe tener en las relaciones internacionales. 
José Martí no estuvo ajeno a esas ideas, sino todo lo contrario, cuando definió la existencia de Nuestra América, que la diferenciaba de la otra América del Norte, cuando habló de la América india, de la América mestiza, de la América negra. Por tanto, el pensamiento y accionar de Simón Bolívar y los demás próceres latinoamericanos que lo acompañaron en su lucha, como el pensamiento de Martí, constituyen la base y el fundamento de lo que se ha podido crear en la actualidad. En realidad hubo que esperar 150 años, hubo que esperar a que en nuestra región hubiera una correlación de fuerza con países comprometidos con darle prioridad al progreso de sus pueblos, que hubiera gobiernos comprometidos con darle prioridad al desarrollo económico y social, a la lucha contra el hambre, la lucha por la justicia, la lucha contra la marginalización. 

Y precisamente en los últimos años (se conforma en febrero de 2010 en México y puesta en marcha en diciembre de 2011 en Venezuela) ya se dieron esas condiciones. Los países involucrados comenzaron a trabajar para promover una organización que hiciera realidad aquel viejo anhelo de nuestros próceres y que paulatinamente se ha ido desarrollando. 
En el contexto de la Revolución cubana nuestro comandante en Jefe Fidel Castro, siempre creyó en la necesidad de una unidad latinoamericana y caribeña y concibió que la única forma en que América Latina y el Caribe podía ser realmente independiente y soberana (una región con un enorme territorio, una enorme población, con valiosísimos recursos naturales) era mediante la unidad. 
Hay muchas intervenciones del Comandante en Jefe Fidel Castro, durante más de 50 años de Revolución, en que se ha referido a este tema, incluso cuando se efectuó en Cancún la Cumbre de la Unidad de América Latina y en Caribe, en febrero de 2010, que es cuando se decide la creación de la CELAC, Fidel la calificó como el hecho institucional más importante en los últimos 150 años, lo que después ratificó en más de una ocasión en General de Ejército y Presidente cubano, Raúl Castro. 
No podemos olvidar que América Latina y el Caribe, a pesar de la creación de la CELAC, a pesar de los intentos de fomentar la unidad, es una región diversa y precisamente esa diversidad quizás hace que la CELAC sea más rica porque la búsqueda de los necesarios consensos entre países con tamaños diferentes, con niveles de riqueza y desarrollo distintos, con sistemas políticos, económicos y sociales que no son los mismos, obviamente obliga a ejercitar la imaginación y ese ejercicio de la imaginación es un elemento central para la unidad en la diversidad que es como nosotros siempre la calificamos y como el Presidente Raúl Castro la ha calificado en muchas ocasiones, incluso en su más reciente intervención, el primero de enero en Santiago de Cuba cuando al referirse a la CELAC señaló la búsqueda de la unidad en la diversidad. 
Si bien esa diversidad puede traer problemas y dificultades, no es negativa en sí misma. Somos países diversos, somos países distintos, somos naciones que aunque en lo esencial tengamos un origen bastante común, sí tenemos particularidades que nos diferencian las unas de las otras, y el gran desafío radica, precisamente, en tratar de buscar la forma en que esas diferencias no constituyan un valladar insalvable en la búsqueda de la verdadera unidad. 
¿Por qué se logró conformar la CELAC sin la participación de Estados Unidos y Canadá? 
Abelardo Moreno.- Estados Unidos no forma parte de nuestra América, Estados Unidos es un ente aparte, Estados Unidos no es uno de los países que Bolívar y Martí consideraron como una parte imprescindible de Nuestra América. 
¿Pero ellos impusieron agrupaciones como la Organización de Estados Americanos, OEA? 
Abelardo Moreno.- Sí, pero es que los tiempos cambian y en la misma medida en que las ansias de independencia real en la región se van ampliando, lógicamente, han ido creciendo los sentimientos de tratar de buscar una organización propia, no una organización que tenga que ver con factores ajenos a nuestra región, que no es el hemisferio occidental. Nuestra región es la América Latina y el Caribe que es donde existen verdaderamente factores de unidad que pueden hacer posible un desarrollo de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. 
¿Cómo puede ayudar la CELAC a forjar una mayor cohesión e integración? 
Abelardo Moreno.- Vamos a partir de que la CELAC no es una organización de la integración en el sentido clásico de la palabra. Organizaciones de integración son el MERCOSUR, CARICOM, SICA. La CELAC es ante todo una organización política que tiene que buscar cuál es el mínimo común múltiplo de las posiciones de América Latina y el Caribe para alcanzar consensos políticos en la región. Eso no significa que en un momento dado de su historia y no estoy hablando de hoy ni de mañana, la CELAC pueda realmente fomentar proyectos de integración propiamente dicho, pero ese momento no ha llegado, este es el momento de la búsqueda de la conciliación política, de la búsqueda de concepciones políticas comunes en aquellos temas en que realmente se pueda y es el momento de la proyección de esas posiciones comunes hacia el exterior con el fin de contribuir a una mayor eficiencia en la relación de la América Latina y el Caribe con otras regiones del mundo. Te pongo un ejemplo: hoy, en el marco de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales ya todos los interlocutores de otras regiones, identifican a CELAC como el representante legítimo de los intereses de la América Latina y el Caribe. 
Y en Naciones Unidas cada día son más frecuentes las posiciones conjuntas de la CELAC. La intervención del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, este año en el debate de la Asamblea General, no fue una intervención a nombre de Cuba, fue una intervención a nombre de la CELAC. Fue una intervención que para uno darse cuenta realmente de hasta qué punto ha avanzado la comunidad, uno debe leérsela de nuevo y ver los importantes elementos centrales que contiene. En la reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU sobre Desarme Nuclear que se efectuó a iniciativa de Cuba y siguiendo las ideas de nuestro Comandante en Jefe en contra del armamentismo nuclear, ahí también Cuba habló en la sesión inicial a nombre de la CELAC, con posiciones claras, definidas, fuertes, muy progresista. Eso te va demostrando junto con muchas otras cosas que sería muy largo enumerar, cómo paulatinamente ese objetivo de crear posiciones políticas comunes, que le permitan a América Latina y el Caribe relacionarse con otros a partir de una postura común, cada día crece más. 
¿Cuál ha sido el accionar de Cuba durante el año 2013 al frente de esta comunidad de países? 
Abelardo Moreno.- En primer lugar esta la consolidación de la identificación de la CELAC como representante legítimo de América Latina y el Caribe. Eso creo que ha tenido un fuerte impulso durante el año de presidencia de Cuba; en segundo lugar, la posibilidad que hemos tenido de llevar adelante desde el punto de vista conceptual, lo que constituye el tema central de esta Cumbre, que es la lucha contra la pobreza, el hambre y la desigualdad. Si analizas los documentos finales aprobados en todas las reuniones de la CELAC que se han efectuado durante el año, de una forma u otra, esta reflejada esa lucha, la necesidad de esa lucha y las medidas que se deben tomar para convertir esa lucha en otras realidades tangibles para nuestros pueblos; en tercer lugar, hay un mayor vínculo entre los países del Caribe y los de América Latina. Creo que es muy importante que los dos grupos de países que nos hemos unido en la CELAC, y es un objetivo que siempre hemos perseguido, vean que tienen la posibilidad de un destino y un futuro común. Ahí hay grandes diferencias en tamaño, nivel de desarrollo, de posibilidades entre la mayor parte de América Latina y los países del Caribe que por lo general son más pobres, más propensos a desastres naturales, con más dificultades provocadas por la crisis económica internacional y hemos visto como durante el año ha habido un mayor interés por ambas partes de tratar de fundir los objetivos de la una y de la otra para alcanzar objetivos comunes. En un resumen muy apretado, diría que esos tres elementos han tipificado la presidencia cubana. 
¿Cuáles son los principales desafíos y proyecciones que tiene esa agrupación en años venideros? 
Abelardo Moreno.- Creo que el desafío principal radica en preservar lo alcanzado y seguir adelante. La CELAC es una organización muy joven con escasos dos años de vida (se creó oficialmente el 3 de diciembre en Caracas). En dos años no puedes decirse que una organización integrada por 33 países con intereses diversos puede estar consolidada. Por tanto estimo que el principal desafío que tiene por delante es seguir avanzando en su consolidación, en la identificación de los principales temas que deben constituir su agenda futura y tratar de seguir perfeccionando su proyección internacional. Debemos trabajar para que la CELAC incremente su nivel de relaciones con otras organizaciones y países, trabajar para que se pueda llevar adelante un foro de cooperación China-América Latina y el Caribe, para que pueda haber una relación futura con el grupo BRICS, con la Unión Africana, con los países de la ASEAN, para seguir avanzando hacia la creación de una relación de vínculos institucionales y con países que puedan contribuir a sus propios objetivos. 
¿Cómo concibe Cuba el futuro de América Latina y el Caribe a partir de las aspiraciones y retos que impone contar con el protagonismo de la CELAC en la región? 
Abelardo Moreno.- Ese es un tema muy complicado, que se puede responder de muchas maneras, y lo trataré de hacer en la forma en que se vincula mejor con todo lo que hemos hablado hasta ahora. Veo para la América y el Caribe un futuro difícil pero luminoso. ¿Por qué difícil? No creo que Estados Unidos y otros quizás, se conformen con una América Latina unida, independiente, soberana, dueña de sus propias riquezas naturales, desarrollándose en armonía, me resulta muy difícil creerlo, y me parece que Estados Unidos, y repito, quizás otros, van a seguir trabajando para promover la desunión de América Latina y el Caribe y creo que uno de los grandes desafíos que tiene nuestra región para los próximos años es tratar de preservar esa unión en la diversidad. Luminoso porque lo tenemos todo, un territorio inmenso, más de 600 millones de habitantes, tenemos inteligencia, capacidad para tener nuestras propias tecnologías, un cúmulo de recursos naturales envidiable, o sea, que si los países de la región manejamos inteligentemente nuestros propios asuntos en beneficio de la región, ese futuro puede llegar a ser luminoso.

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