La reciente presencia de varios elementos contrarrevolucionarios en Costa Rica, forma parte de la nueva estrategia mediática creada, organizada y dirigida por los servicios especiales estadounidenses, principalmente la CIA, con el objetivo de darle visibilidad a la contrarrevolución cubana colocándola cerca de los centros de poder político, social y comunicacional.
No es una estrategia cualquiera, está basada en acciones que combinan el marketing político con herramientas propias de las clásicas operaciones encubiertas de los servicios especiales estadounidenses.
El pasado 30 de julio el contrarrevolucionario cubano Antonio Rodiles entregó en San José, Costa Rica, documentos de la “Campaña por Otra Cuba”, al Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon quien se encontraba de visita oficial en ese hermano país. El hecho de colocar a Antonio Rodiles y a otros elementos de la contrarrevolución de origen cubano, delante del secretario general de la ONU, violando todas las normas del protocolo y de la seguridad, habla no solo de lo peligroso e irresponsable de esta estrategia, sino que evidencia que existen “piezas” con gran influencia, poder y acceso, brindando apoyo a la misma y que Costa Rica no escapa a ello.
¿Por qué Costa Rica? La presencia de estos elementos en el país centroamericano, responde a los planes que viene desarrollando la contrarrevolución con vista a boicotear la próxima cumbre de la CELAC a efectuarse en ese país en el 2015.
¿Quiénes manejan los hilos de la manipulación? ¿Quiénes participan en esta estrategia?
Agentes que actúan bajo fachada construida por los servicios especiales. El archiconocido terrorista y agente de la CIA, el mercenario de la pluma, Carlos Alberto Montaner, pater putativus de los asalariados Antonio Rodiles y Yoani Sánchez, entre otros, (Putativo porque el padre verdadero sabemos cuál es), De Montaner dijo el ya fallecido periodista y escritor de origen cubano radicado en EE.UU. Luis Ortega: “Montaner es capaz de cambiarle el nombre a La Celestina y publicarla con el nombre de un disidente cubano”. No se sabrá nunca cuantas historias han salido del taller de Montaner, destacó en su momento Luis Ortega.
Figuras reconocidas, de relieve político internacional, como es el caso del expresidente Oscar Arias, creador de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano. Premio Nobel de la Paz y Premio Príncipe de Asturias.
Oscar Arias es, a pesar de sus premios y títulos, una figura controvertida en el mundo de la política, especialmente en el área centroamericana, muchos sospechan que jugó un anónimo papel al servicio del Departamento de Estado norteamericano durante el golpe de estado al presidente de Honduras, José Manuel Mel Zelaya Rosales. Se atribuyen al Dpto de Estado las iniciativas presentadas por Arias antes y después del golpe y la estrategia de haberse ofrecido como mediador antes del gorilazo, con el supuesto afán de evitarlo.
La tercera pieza del “aceitado” engranaje, la más significativa, tiene que ver con los servicios especiales norteamericanos, se trata del diplomático estadounidense Gonzalo Gallego, radicado en la Embajada de los EE.UU en Costa Rica (Es su segunda misión en este país).
A inicios de la década anterior, estuvo destacado en la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en la Habana (SINA), Gallegos no era un diplomático cualquiera, pertenecía a la nómina de oficiales de la Estación CIA en nuestro país. Durante su estancia en Cuba mantuvo fuertes vínculos con sectores hostiles a la Revolución. Personas relacionadas al medio artístico y a algunas ONG, le recuerdan como alguien que trabajó con dedicación en su intento por influir sobre ese sector y en general sobre grupos de personas con trabajos independientes, lo que lleva a recordar las recientes revelaciones de la agencia The Associated Press (AP) en cuanto al trabajo sobre los jóvenes y el sector artístico comunitario, que se articulaba por Creatives Associates desde Costa Rica.
Llama la atención el poco impacto mediático que tuvo la estancia de estos contrarrevolucionarios, tal vez se deba, nos atrevemos a especular, a una sabia intención gubernamental de no magnificar los hechos, ni comprometerse con una acción que pudiera interpretarse como poco cordial hacia Cuba, su compañera en la Troika.
Sin embargo el hecho de que bajo los auspicios de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano y la ONG sueca Civil Rights Defenders, con el aseguramiento del oficial de la CIA, Gonzalo Gallego, y la presencia de elementos contrarrevolucionarios que viajaron desde varios países, se celebre en Costa Rica un taller financiado por The National Endowment for Democracy (NED)1 , para “promover” los Pactos de los Derechos Humanos en Cuba, no es pura casualidad.
Entre los asistentes sobresalen el contrarrevolucionario radicado en España Yaxis Cires, de quien se ha dicho que tiene vínculos con la CIA, el nombre de Cires aparece vinculado en varias publicaciones subsidiadas por el Departamento de Estado de los EE.UU. a terroristas como Ángel de Fana y Frank Calzón 2 . Tanto Cires como Rodiles son en buena medida regenteados por Carlos Alberto Montaner y también el sueco Erik Jennische, directivo de la ONG sueca Civil Rights Defenders y miembro del Partido Liberal Sueco, conocido en Cuba por sus contactos con la contrarrevolución en sus viajes a la Isla.
Sobre Erik Jennische escribe Manuel David Orrio, ex agente Miguel de los Órganos de la Seguridad del Estado “…Desde su llegada, y en posteriores visitas a Cuba — expulsión incluida –, realizó una detallada exploración de la denominada disidencia criolla, y un seguimiento que en el Contraespionaje puede interpretarse como presencia de un “agente indicador” 3.
Erik Jennische puso en manos de la “disidencia” cubana importantes recursos, que son facilitados a las ONG suecas que trabajan contra la Revolución por la USAID, como ha sido denunciado repetidas veces por organizaciones suecas solidarias con Cuba.
Fue ampliamente divulgado, como, previo a la Cumbre de la CELAC en La Habana, la contrarrevolución cubana hizo todo lo posible por entorpecer su realización e incluso intentó utilizar el territorio de Costa Rica como escenario para sus planes de proyección mediática y política. Además se consideró la posibilidad de realizar allí una cumbre paralela, proyecto que fue desestimado.
En territorio costarricense se realizaron conciliábulos para organizar acciones de cara a la Cumbre. Los días 7 y 8 de noviembre del año 2013, tuvo lugar una reunión secreta en San José a la que asistieron representantes de la contrarrevolución cubana y de la oposición venezolana, con el concurso de políticos nicaragüenses y costarricenses. El encuentro tuvo lugar en el Hotel Presidente, ubicado en la avenida Primera de San José, cercano a la sede de la fundación Arias para la Paz y el Progreso. Oscar Arias asistió, patrocinó y en parte financió la reunión, el origen del dinero, no fue revelado, pero la ruta conocida nos lleva a la NED que posee un abultado financiamiento para las acciones contra Cuba.
Trascendió también que en dicha reunión se rubricó un documento por parte de la contrarrevolución cubana y la oposición venezolana para actuar de común acuerdo contra la CELAC. Algunos elementos conocidos hacen creer que probablemente también se trazaron coordenadas para el último taller celebrado recientemente para “promover” la ratificación de los pactos de Derechos Humanos en Cuba, con la participación de la Sociedad Civil Cubana
En la reunión anti-CELAC celebrada en San José estuvieron presentes además de Antonio Rodiles y otros cubanos, el opositor venezolano ultraderechista Leopoldo López y el Nicaragüense Edmundo Jarquín. Nada, una vez más se cumple aquello de que “Codicia los cría y el diablo los junta”
Un simple análisis de los acontecimientos aquí descritos evidencia que las acciones del gobierno de los EE.UU. sus servicios especiales, sus aliados y mercenarios no se dirigen solo contra Cuba, de lo que se trata es de entorpecer el proceso integracionista y liberador de América Latina, punto central en la agenda hacia América Latina del Departamento de Estado.
Las recientes revelaciones de la agencia The Associated Press evidencian que el gobierno de los EE.UU. ha estado utilizando el suelo costarricense para sus acciones contra Cuba. Proyectos como Zunzuneo, Piramideo, Jóvenes Viajeros, etc. han involucrado a ciudadanos de esa hermana nación.
Fuertes presiones se ejercerán sobre el Gobierno Tico para intentar boicotear la próxima Cumbre de la CELAC, para someter de nuevo a nuestros pueblos a reunirse únicamente “bajo la sombra del águila temible”, apretadas en su garras las banderas todas de América Latina. Por ahí anda el juego.
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