A propósito del aniversario 117 de la muerte en Dos Ríos del Apóstol, José Martí, colaboradores cubanos en Katutura, el corazón del área más pobre y poblada de Windhoek, homenajearon al más cubano de todos los cubanos.
La brigada de colaboradores “Che Guevara” del Hospital Público de Katutura en Windhoek, Namibia, rindió merecido homenaje a José Martí y Pérez, con motivo del aniversario 117 de la caída en combate del Héroe Nacional de Cuba.
Envueltos en la pasión y el respeto que siempre inspira tan inolvidable efeméride, los colaboradores cubanos, anhelados por el pródigo verbo del Dr. Yendi Arturo Rodríguez, disfrutaron de un recorrido por la última semana de existencia del genio inspirador de nuestras luchas independentistas, antes de su caída en Dos Ríos.
Su iluminada y majestosa convicción de la unidad como pieza clave para el éxito e incansable espíritu revolucionario lo fueron aproximando cada momento de esta última semana a la dimensión que un hidalgo o titán no puede evitar; y sin menguar el historial de las legendarias personalidades y estrategas de La Guerra de los Diez Años, él, el Apóstol, explicó el doctor cubano, supo ganarse su lugar en el campo de batalla demostrando que no sólo era el verbo refinado lo que salía de su mente, sino también la rebosante voluntad de los cubanos de su corazón.
Nuestro José Martí, terminó diciendo el doctor Rodríguez, no dudó en tomar aquel soberbio corcel y desafiar la letalidad del fuego con la magna decisión de que “morir por la patria es vivir”. Su liderazgo intachable y su alma universal lo colocan en la constelación de lo más excelso que nos ha procurado la historia de la humanidad a nosotros los cubanos.
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