viernes, 12 de octubre de 2012

Octubre, el más peligroso de la temporada ciclónica

Servicio Especial de la AIN

Octubre es el mes más peligroso de la temporada ciclónica, a juzgar por cantidad de organismos tropicales que azotaron a Cuba desde 1800 hasta hace solo unos años, cuando se abatieron 37 sobre el territorio nacional.
La cifra resulta muy superior a los 24 ocurridos en septiembre, el segundo período más temido por los meteorólogos cubanos, quienes acumulan tanta experiencia en su enfrentamiento que hasta el periódico The New York Times recomendó que Estados Unidos debe aprender de ellos.


Con anterioridad, Salvano Briceño, director de la Estrategia Internacional de Desastres Naturales, de la ONU, sugirió que el modelo cubano podría ser fácilmente aplicado por otros países en condiciones económicas similares.
Incluso, por naciones con mayores recursos que no protegen a su población con la efectividad con que lo hace Cuba, precisó el experto.
El hecho es que esa enorme conquista, no tan fácil de alcanzar, obedece a que la economía nacional está regida por el interés colectivo y no por el individual, y a que la conducta del Estado y los ciudadanos está inspirada en arraigados sentimientos de solidaridad humana.
Sin embargo, en el fatídico mes de octubre, salvo por la lluvia que dejan, ocurrieron los ciclones de mayor intensidad que afectaron a la  Isla desde el 24 de octubre de 1692, cuando la tormenta de San Rafael, la primera que entonces azotó La Habana, de acuerdo con series estadísticas.
En la relación de los fenómenos hidro-meteorológicos más notables figuran el del 20 de octubre de 1926, que sobrevoló la actual Isla de la Juventud y las proximidades de la provincia de La Habana con vientos máximos de hasta 231 kilómetros por hora, según reportes de la estación de Casablanca.
El del 18 de octubre de 1944 generó vientos de hasta 261 kilómetros por hora en la propia sede del entonces Observatorio Nacional, donde radica actualmente el Instituto de Meteorología, y su ojo salió al mar después de atravesar La Habana de Sur a Norte.
Pero el más devastador de todos lo constituyó el Flora, que se movió en forma errática y con lentitud sobre la provincia de Oriente, del cuatro al ocho de octubre de 1963, y ocasionó torrenciales lluvias y la muerte de mil personas.
De modo que se le considera la segunda mayor catástrofe natural, después de las tres mil víctimas dejadas por el huracán del nueve de noviembre de 1932, en el poblado camagüeyano de Santa Cruz del Sur.
Los ciclones del décimo mes del año que se forman en el mar Caribe occidental, al Sur de la Isla, tienden a moverse hacia el Norte y Nordeste, por lo que afectan casi siempre a su occidente y centro.
La temporada ciclónica en Cuba se extiende desde el primero de junio hasta el 30 de noviembre.



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